Infección Bacteriana Vaginal


La vaginosis bacteriana es un tipo de vulvovaginitis infecciosa causada por diferentes especies de bacterias que de manera normal no se encuentran en la microbiota vaginal de una persona sana. El concepto de vaginosis hace referencia a una vaginitis inespecífica y no inflamatoria que se manifiesta por un desplazamiento de la flora vaginal, donde inicialmente predominan bacterias del género Lactobacillus y poco a poco aumenta la proporción de especies como Gardnerella vaginalis, entre otras. Además, debido a esta infección se inicia la producción de sustancias volátiles por parte de las nuevas bacterias instauradas en la zona vulvar, lo que confiere un olor característico al flujo vaginal, a lo que se le suma una elevación del pH de la vagina.

Las bacterias del género Lactobacillus que se ha visto que predominan en la microbiota genital de las mujeres sanas actúan protegiendo la vagina frente a la llegada de otras bacterias patógenas, principalmente mediante la inhibición de la multiplicación de las especies perjudiciales y la adhesión de éstas a la vagina. Es por eso por lo que estará recomendado el uso de probióticos vaginales en óvulos y otras presentaciones con diferentes cepas de lactobacilos para prevenir estas infecciones, además de no excederse con la higiene íntima. No obstante, aunque los lactobacilos son el género predominante, no son las únicas bacterias que conviven formando parte de la flora genital. Además, esta población de microorganismos no se mantiene estable en el tiempo, pues le afectan factores como la edad, el ciclo menstrual, el embarazo, el uso de antibióticos, tampones, métodos anticonceptivos, etc.

Las personas que sufren esta vaginosis bacteriana ven alterada su secreción vaginal en varios aspectos, ya que aumenta la cantidad de flujo vaginal, cambia su color hacia un tono blanco-grisáceo y se genera un mal olor vaginal característico. Normalmente no se encuentran entre los síntomas frecuentes de la vaginosis bacteriana el picor, el escozor y el edema vulvar, además, aproximadamente el 50-75% de las mujeres son asintomáticas.

Existen ciertos factores de riesgo que hacen a determinadas mujeres más susceptibles de padecer este tipo de infecciones. Todos ellos producen de manera directa o indirecta cambios en el pH de la vagina que comprometen el equilibrio normal de la microbiota local, de manera que se favorece el establecimiento de la infección. Entre los factores de riesgo más comunes para contraer una vaginosis bacteriana se encuentran:

  • Actividad sexual.
  • Presencia de enfermedades de transmisión sexual, ya sean de origen vírico como el VIH o bacteriano.
  • Raza: en algunos estudios se ha visto que la vaginosis es más prevalente en mujeres de origen afroamericano.
  • Realización de duchas vaginales con frecuencia.
  • Consumo habitual de tabaco.
  • Dieta rica en ácidos grasos saturados y monoinsaturados.
  • Excesiva higiene íntima.

Por otro lado, el uso de anticonceptivos orales y un consumo óptimo de ácido fólico, vitamina E y calcio parecen reducir considerablemente el riesgo de padecer esta infección.

La vaginosis bacteriana no se considera una infección de transmisión sexual, pero es una patología muy relacionada con las relaciones sexuales. Si no se trata adecuadamente puede llegar a comportar consecuencias graves para la mujer, por ejemplo, un mayor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual como el VIH o la clamidiasis e infecciones de orina, así como complicaciones en el tracto genital superior. Asimismo, si la mujer contrae vaginosis bacteriana durante el período de gestación se puede producir un aborto espontáneo o tener un parto prematuro, entre otros.

Des de la farmacia recomendamos que los pacientes acudan directamente al médico en caso de que cumplan uno de los siguientes criterios:

Edad

  • Menores de 12 años

Síntomas

  • Existencia de pequeñas heridas o verrugas en la vulva
  • Presencia de insectos o liendres en el vello genital
  • Fiebre
  • Dolor abdominal
  • Sangrado fuera del periodo menstrual

Duración de los síntomas

  • Más de 4 semanas sin tratamiento
  • Más de 4 episodios al año (recurrencia)
  • 7 días de tratamiento sin mejoría del aspecto del flujo vaginal o de las molestias

Enfermedad subyacente y/o consumo de medicamentos

  • Diabetes mal controlada
  • Consumo de determinados medicamentos

Situaciones especiales

  • Embarazo

El principal problema de la vaginosis bacteriana es la recurrencia, ya que se ha observado en diferentes estudios que independientemente del tratamiento inicial que reciba la persona infectada, una proporción considerable vuelve a infectarse. Es por eso por lo que las medidas higiénico-dietéticas de prevención son fundamentales para evitar la aparición inicial o la recurrencia de esta patología. De manera general las recomendaciones son las siguientes:

  • Mantener una higiene íntima adecuada con productos específicos para la zona genital, que no alteren el pH de la vagina y el flujo vaginal mantengan en la medida de lo posible la flora local, sin excederse en la frecuencia en la que se usan estos productos.
  • Abstinencia sexual, uso de preservativos o anticonceptivos orales.
  • Dado que se ha visto que el ecosistema vaginal sano es primordial en la prevención de infecciones genitales, el uso de probióticos vaginales en óvulos o en otras formas farmacéuticas comercializadas como cápsulas o sobres es muy útil para prevenir y tratar la vaginosis bacteriana.
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