Alergias


La alergia en la piel, como cualquier otro tipo de alergia, es una reacción inmune del organismo que se desencadena por el contacto o la presencia de ciertos alérgenos (productos cosméticos, flores, ingredientes o alimentos, etc.).

Del mismo modo que el resto de reacciones alérgicas, la alergia en la piel se produce por una reacción exagerada del sistema inmunitario ante la presencia de sustancias que el cuerpo detecta como nocivas, cuando realmente no lo son. Algunos de los desencadenantes de la alergia en la piel son tejidos como la lana o la lycra, ciertas plantas o animales, el uso de productos cosméticos o la exposición al sol.

Puesto que la alergia en la piel se puede manifestar de manera diferente en función de los alérgenos a los que esta esté expuesta y el mecanismo de exposición, existen diferentes tipos de alergias en la piel:

  • Dermatitis por contacto: aparece de manera puntual cuando se está en contacto directo con el alérgeno. Produce picor en la piel, enrojecimiento, descamación, vesículas o costras, etc. De manera localizada en la zona que ha sido afectada.
  • Atopía o dermatitis atópica: es una patología inflamatoria de la piel que suele aparecer en personas que son propensas a sufrir alergias por predisposición genética. Estas personas tienen la barrera cutánea defectuosa, lo que hace más fácil la entrada de sustancias irritantes y alérgenos. La dermatitis atópica se caracteriza por producir picor en la piel y eccemas principalmente, y combina períodos asintomáticos con brotes. Se suele dar en niños y en adultos. Según la edad en la que se presenta se diferencian 3 fases:
  1. Fase del lactante (primeros meses de vida): lesiones en la zona facial.
  2. Fase infantil (a partir de 2 años): lesiones en los pliegues de los codos y las rodillas, muñecas y párpados.
  3. Fase del adulto (a partir de la pubertad): engrosamiento de la piel en cuello, muñecas y pies principalmente.

Es aconsejable hidratar la piel con cremas específicas con propiedades emolientes para reparar la función barrera de la piel, utilizar jabones sin perfume con pH adecuado, vestir con prendas holgadas y de algodón y evitar el contacto de la piel con sustancias irritantes.

  • Urticaria: produce erupciones y ronchas con picor en la piel muy intenso y molesto. Puede estar causada por alimentos, medicamentos, parásitos o picaduras de abejas y avispas. Es importante identificar el agente causal de la urticaria en la piel ya que puede tratarse de un caso leve o bien llegar a darse el caso de un shock anafiláctico. Se puede clasificar en aguda o crónica en función de su duración.

De manera general, la alergia en la piel puede producir ronchas, sarpullidos, enrojecimiento, picor, quemazón, descamación, urticaria en la piel… En algunos casos de estos tipos de alergias en la piel la reacción alérgica puede llegar a ser grave y derivar en complicaciones importantes. Es por eso por lo que se recomienda acudir o consultar a un médico cuando aparece alguno de estos síntomas, ya que suelen iniciarse de forma repentina y, en ocasiones, provocar incluso falta de oxígeno o dificultad para respirar en poco rato. Eso es debido a que el sistema inmunitario puede hacer que la piel, las vías respiratorias o incluso el aparato digestivo se inflamen.

La gravedad de estas reacciones varía en función de la persona y puede ir desde una simple irritación cutánea a una anafilaxis, situación de máxima emergencia por ser potencialmente mortal. Algunos de los signos y síntomas de la anafilaxia son la pérdida de conocimiento, hipotensión, dificultad para respirar, erupciones cutáneas, aturdimiento, náuseas y vómitos, etc.

Teniendo en cuenta que es imposible saber qué sustancias van a iniciar la respuesta inmunitaria de la alergia, sobre todo la primera vez que ocurre, es muy complicado poder prevenir estos ataques alérgicos. Una vez diagnosticada la alergia y el alérgeno que la provoca sí que se pueden prevenir los síntomas con alguna crema para alergia en la piel o bien algún antihistamínico para el picor en la piel.

También es importante que los productos cosméticos que se utilicen sean específicamente formulados para pieles sensibles o alérgicas. Las lociones con aguas termales son buena opción para calmar rojeces y zonas sensibles, muchas de ellas en forma de spray, lo que hace que sean muy fáciles y cómodas de aplicar.

Siempre es recomendable llevar a cabo pruebas o test de alergia para identificar el alérgeno que provoca la alergia en la piel y poder tratarla. Una opción de tratamiento que cada vez se prescribe con más frecuencia es la inmunoterapia, que consiste en la administración periódica de pequeñas cantidades del alérgeno, de manera que el cuerpo se acostumbra poco a poco a la presencia de este y se evitan en gran medida las reacciones alérgicas.

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