Picor Severo. Hongos Vaginales


La candidiasis vaginal o vulvovaginitis candidiásica es un tipo de vulvovaginitis infecciosa causada por el hongo Candida albicans principalmente, encargado de causar una alteración en la microbiota y el pH vaginal que deriva en una serie de síntomas muy molestos. Representa el 25% de las vulvovaginitis de origen infeccioso y se caracteriza a grandes rasgos por una inflamación de la mucosa vaginal y la zona de la vulva. Hoy en día es tan elevada la prevalencia de las candidiasis que llegan a afectar al 75% de las mujeres en edad reproductiva al menos una vez en la vida.

Excepto en el 20% de los casos que son asintomáticos, la candidiasis se manifiesta con enrojecimiento, inflamación, cambios en el volumen y aspecto del flujo y molestias tales como picor vaginal, ardor, dolor, etc. El síntoma más frecuente entre los mencionados es el picor vaginal y en la zona vulvar. En general, todos los síntomas se ven intensificados los días antes de la menstruación y se calman durante el tiempo que dura el período. Además, la secreción vaginal puede cambiar de aspecto, pero no de olor, siendo más amarillenta, espesa, grumosa y pegajosa. Asimismo, debido al rascado se pueden observar lesiones cutáneas en la vulva y el periné, así como fisuras.

Existen ciertos factores de riesgo que hacen a determinadas mujeres más susceptibles de padecer este tipo de infecciones como la candidiasis. Todos ellos producen de manera directa o indirecta cambios que comprometen el equilibrio normal de la microbiota local y el pH vaginal, de manera que se favorece el establecimiento de la infección. Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran:

  • La diabetes mellitus mal controlada: los niveles elevados de glucosa favorecen la colonización del tracto genital por patógenos como el hongo Candida.
  • El uso de antibióticos: al no ser selectivos producen disbiosis en la microbiota vaginal.
  • Niveles elevados de estrógenos debidos al embarazo o a terapias hormonales sustitutivas. Estas hormonas aumentan el glucógeno en las células de la mucosa vaginal, lo que sirve de alimento para el hongo causante de la candidiasis.
  • Estados de inmunosupresión causados por el VIH o el lupus sistémico.
  • Factores genéticos.

Des de la farmacia recomendamos que los pacientes acudan directamente al médico en caso de que cumplan uno de los siguientes criterios:

Edad

  • Menores de 12 años

Síntomas

  • Existencia de pequeñas heridas o verrugas en la vulva
  • Presencia de insectos o liendres en el vello genital
  • Fiebre
  • Dolor abdominal
  • Sangrado fuera del periodo menstrual

Duración de los síntomas

  • Más de 4 semanas sin tratamiento
  • Más de 4 episodios al año (recurrencia)
  • 7 días de tratamiento sin mejoría del aspecto del flujo o de las molestias

Enfermedad subyacente y/o consumo de medicamentos

  • Diabetes mal controlada
  • Consumo de determinados medicamentos

Situaciones especiales

  • Embarazo

La mejor manera de evitar estas infecciones, sobre todo si hay recurrencia o propensión a padecerlas, es manteniendo o reequilibrando la flora y el pH vaginal y reduciendo en la medida de lo posible los factores predisponentes que se han mencionado al principio. Se considera que una candidiasis es recurrente cuando ocurren cuatro o más episodios en un mismo año.

Además, de manera general, existen una serie de medidas higiénico-dietéticas que ayudan a la prevención de estas infecciones por Candida:

  • Evitar el uso de jabones con perfume ya que pueden ser irritantes para la zona vaginal. También se debe limitar el uso de antisépticos o determinados geles de higiene íntima ya que pueden provocar un desequilibrio en la flora.
  • Mantener una higiene adecuada cada día, si es necesario con productos específicos como geles de higiene íntima y cremas calmantes respetuosas con la zona genital. Estos productos son útiles para prevenir la aparición de candidiasis y para aliviar el picor vaginal y otros síntomas que puedan presentarse en caso de tener la infección.
  • Limpiarse de adelante hacia atrás después de cada defecación para evitar el traslado de bacterias de la región anal hacia la zona vaginal.
  • Seguir una alimentación equilibrada rica en prebióticos, vitaminas y minerales que contribuyen al funcionamiento normal de la microbiota vaginal y al mantenimiento del sistema inmunitario.
  • En caso de haber relaciones sexuales se recomienda evitar aquellas en las que haya contacto con el flujo vaginal o bien utilizar el preservativo como método de protección para minimizar el riesgo de contagio a la pareja, puesto que es una infección contagiosa.

Para mantener el conjunto de bacterias beneficiosas que forman parte de la microbiota vaginal se recomienda el consumo de probióticos vaginales con cepas del género Lactobacillus. Los microorganismos de este género se encuentran de manera natural en gran proporción en una persona sana. Actúan de diferentes maneras, promoviendo un medio desfavorable para el crecimiento de patógenos como la Candida albicans y el posterior desarrollo de una vulvovaginitis infecciosa mediante la producción de sustancias que impiden el desarrollo de este hongo. Estos probióticos vaginales son muy importantes tanto en la prevención como en la coadyuvancia en caso de estar siguiendo un tratamiento específico para la infección. Se encuentran en forma de óvulos para la candidiasis y en otros formatos para administrar por vía oral.

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