Rosácea


Las Pieles sensibles y rosácea cada vez son más frecuentes en nuestro entorno, la genética, los hábitos, el estilo de vida, el estrés, el sol… son muchos los factores que contribuyen a una alteración de la barrera cutánea o de los capilares sanguíneos a nivel superficial.

Como siempre, y en todos los campos, lo importante es actuar cuando las anomalías de la piel están empezando y no se consideran todavía enfermedades de la piel, para poder controlarlas y revertirlas.

Una vez más se impone el cuidado inicial del rostro y la prevención.

La piel sensible es un estado de la piel, en el cual, encontramos al sistema defensivo, o inmunológico, muy reactivo, reconoce como extrañas sustancias a las que no tendría que atacar, pero lo hace, desencadenando rojez, inflamación, picor... y demás signos de sensibilidad. Son pieles a las que habrá que calmar y aportar las formulaciones con menor cantidad de componentes y que sean seguros. Si no hacemos caso de este tipo de piel puede convertirse en intolerante. Para todas esas pieles ya, de momento, Uriage agua termal.

La Rosácea tiene varios estadíos y los primeros que son los más importantes para tener esta enfermedad de la piel bajo control pasan inadvertidos hasta que cronifican o aparece un brote de Acné rosácea o desembocar en cuperosis. En rosácea podemos actuar con cosmética y controlar la situación en los dos primeros estadíos, es decir, en fototipos de piel muy blanca y en aquellos que sufren flushing (repentinas rojeces en la cara que van y vienen al cambiar de temperatura en una sala o comer picante...) y en el siguiente estadío que es cuando esta rojez viene pero no se va, es decir, personas que constantemente están rojas. La Rosácea es en realidad un problema vascular a nivel capilar aunque se ven afectadas la barrera epidérmica, el sistema inmunológico… Por eso de nuevo conviene actuar antes de la rotura de los capilares o antes de un brote.

Ante todo, queremos mentalizar de que las Pieles sensibles y rosácea necesitan cuidados cosméticos, lo mejor es antes de que todo esté muy avanzado pero desde luego en casos avanzados, y sin duda, como tratamiento de base los productos específicos de dermofarmacia para rosácea son los apropiado, junto con la medicación que haya podido recetar el Dermatólogo.

Por último, vamos a dar unos pequeños consejos y datos para todas aquellas personas con pieles sensibles y rosácea:

- En rosácea: Lo primero y principal es ser consciente de que es crónica y progresiva, que nunca desaparece y va a más a no ser que se actúe. Que hay que evitar los contrastes frío/calor, la exposición solar, las comidas picantes, el alcohol y determinados componentes de cremas no específicas como los exfoliantes, parabenos, perfumes, excipientes grasos, alcohol, detergentes, fotosensibilizantes y productos ácidos. Fundamental una correcta hidratación, un serum antioxidante, y FPS.

- En sensibilidad: Ver si es crónica o se ha producido un brote puntual, ver la capacidad de reacción de la piel a aceptar cremas. En casos fuertes de alergia, al médico, en casos más llevaderos de brote que acepten cremas de pieles intolerantes, aplicar un agua micelar específica de línea dermatológica para pieles intolerantes como Uriage agua micelar de pieles intolerantes, a continuación Uriage agua termal y dejar secar al aire. Después una crema para pieles intolerantes. Si ya no se trata de brote y es una piel sensible crónica emplear una línea dermatológica para pieles sensibles, que irá fortificando esa piel y no permitirá la reacción.

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