La flatulencia es la distensión de la pared abdominal causada por el exceso de aire o gases intestinales. Esta distensión está causada por una alteración en la motilidad intestinal que no deja que se reabsorban los gases que se acumulan en el intestino y hace que la persona se note muy hinchada y con dolor abdominal, causando un malestar intenso que puede durar horas. Las flatulencias son un problema muy común entre la población y, aunque pueden llegar a ser muy molestas, no son nocivas para la salud.
En muchos casos este exceso de gases intestinales se genera porque la persona afectada traga más aire de lo normal cuando ingiere los alimentos, es la denominada aerofagia. En otras ocasiones son las bacterias del aparato digestivo las que producen gas de forma natural cuando se consumen alimentos que no sufren el proceso de digestión en el intestino, fundamentalmente algunos hidratos de carbono que se fermentan en el colon. También es posible que si la persona padece estrés o ansiedad su motilidad intestinal se vea afectada y no se haga una correcta digestión, causando flatulencias. Es por eso por lo que muchas personas que padecen flatulencias mejoran rápidamente con cambios sencillos en la dieta y el estilo de vida.
Además, existen varios principios activos de uso frecuente que pueden producir acumulación de gases, como el ácido fólico, la atorvastatina, el diclofenaco, el fenofibrato, el fentanilo, la lactulosa, los laxantes formadores de masa, el norfloxacino, el orlistat, el pantoprazol, la pravastatina, la simvastatina y la vitamina E, entre otros.
También es frecuente que después de un tratamiento con antibióticos se sufra de flatulencias, ya que la mayoría de estos medicamentos producen desequilibrios en el conjunto de la flora intestinal, modificando la proporción de bacterias beneficiosas y favoreciendo la aparición de gases intestinales.
Es muy común que la eliminación de estos gases se lleve a cabo por el ano en forma de ventosidades, lo que también se conoce como meteorismo intestinal. Aunque también es frecuente que las personas que sufren flatulencias tengan muchos eructos, sobre todo si la acumulación de gases es producida por aerofagia.
Des de la farmacia recomendamos que los pacientes acudan directamente al médico en caso de que cumplan uno de los siguientes criterios:
Edad
- Menores de 2 años
- Mayores de 75 años con patologías asociadas
- Inicio brusco en mayores de 55 años
Síntomas
- Dolor abdominal o sensación de hinchazón exagerada
- Existencia de factores que predisponen a padecer estrés o ansiedad
- Recaída de los síntomas tras haber mejorado inicialmente
Duración de los síntomas
- Más de 2 veces por semana
- Más de 10 días de duración con o sin tratamiento
Enfermedad subyacente y/o consumo de medicamentos
- Sospecha ante el uso de determinados medicamentos
- Presencia de alguna patología digestiva
Situaciones especiales
Tanto las flatulencias como el meteorismo intestinal o los eructos normalmente son producidos por malas costumbres o hábitos dietéticos incorrectos, es por eso por lo que el simple hecho de cambiar dichos hábitos para mejorar la digestión puede aliviar el problema e incluso eliminarlo. A continuación, dejamos unos sencillos consejos para corregir estos hábitos perjudiciales:
- Evitar comer grandes cantidades o muy deprisa, masticando de manera consciente los alimentos y mezclándolos con la saliva antes de tragarlos para así facilitar la digestión.
- Evitar comer de pie.
- Evitar hablar o reírse en exceso mientras se está comiendo.
- Evitar tomar más de un vaso de leche al día durante un tiempo, para comprobar que la intolerancia a la lactosa no sea la causante de las flatulencias. En caso de que lo sea, limitar el consumo de los productos que la contengan.
- Consumir la fruta fresca, preferiblemente madura y pelada.
- Introducir en la dieta el consumo de yogures, ya que contienen bacterias beneficiosas para equilibrar la flora intestinal y regular la aparición de gases en exceso.
- Beber los líquidos en general a pequeños sorbos preferiblemente. Evitar todas las bebidas con gas.
- Evitar los alimentos flatulentos (ver tablas más abajo). En caso de querer incrementar la ingesta de fibra se recomienda hacerlo siempre de manera gradual para facilitar al organismo la asimilación de estas moléculas.
- No fumar, evitar masticar chicle o consumir caramelos con frecuencia, ya que estos hábitos aumentan la producción de saliva y se incrementa la deglución de aire al tragar.
- Evitar tumbarse justo después de comer, dejando un tiempo para hacer la digestión ya sea sentado o bien dando un paseo.
- Evitar dejar mucho tiempo entre comidas ya que el ayuno facilita la formación de gases en el intestino.
- Limitar al máximo el consumo de bollería industrial.
- Evitar el estreñimiento crónico que puede ayudar, en algunos casos, a acumular gases.
En la siguiente tabla se muestran unos cuantos ejemplos de alimentos flatulentos:
Ligeramente flatulentos:
- Pastas, patatas cocidas, pan, berenjenas, manzanas, cítricos.
Muy flatulentos:
- Leche y derivados.
- Vegetales: cebolla, judía, apio, zanahoria, repollo, coliflor, coles de Bruselas.
- Frutas: pasas, plátanos, albaricoques, ciruelas.
- Legumbres: alubias, garbanzos.
- Varios: galletas, tostadas, derivados de trigo.
Teniendo en cuenta la probabilidad que tienen los alimentos para producir gases, es importante eliminar de la dieta o bien limitar la cantidad diaria que se ingiere de aquellos que sean más flatulentos. En la tabla a continuación se muestran unas recomendaciones dietéticas a grandes rasgos de alimentos que es mejor evitar o disminuir:
Eliminar:
- Habas
- Rábanos
- Legumbres
- Coliflor
- Cebolla
- Coles de Bruselas
- Acelgas
- Guisantes
- Repollo
- Sopas
Disminuir:
- Leche (1 vaso al día)
- Derivados lácteos (excepto yogurt y queso fresco)
- Azúcar y alimentos azucarados (usar sacarina o ciclamato)
- Menestra o panaché de verduras: 1 vez a la semana
- Pan: 150 g al día Pasta (sin tomate y con queso): 1 vez a la semana
